Gary Medel es un jugador cuya calidad sobrepasa la media del jugador chileno. Su desarrollo ha sido rápido y eso genera una gran expectativa dentro de los que amamos el fútbol.
Es un "player" de buen trato de balón, fiero en la marca y de carácter ganador, luchador y aguerrido, a veces le juega en contra. Su vehemencia en algunos pasajes de su carrera lo ha perjudicado, sacándolo de partidos cruciales ( recuerdo Canadá 2007, cuando salió con roja ante Argentina) y desfavoreciendo el trabajo colectivo que hace un equipo con 11 jugadores.
Las virtudes del "Pitbull" lo han llevado a Boca Juniors, donde se ha ganado el cariño de la 12. Hoy con Borghi en la banca Xeneize el oriundo de la Legua cuenta con un puesto fijo en la oncena del "Bichi".
La pasada fecha frente a San Lorenzo Medel volvió a ser expulsado torpemente. La primera tarjeta amarilla la obtuvo por protestar al arbitro y la segunda por una fuerte entrada en la orilla. El carácter traicionero llevó, nuevamente, a que Gary fuese expulsado, de manera correcta.
Se entiende cuando un jugador es amonestado por una mano en la línea del área o por qué en dos oportunidades tuvo que cortar el juego. Pero no me cabe en la cabeza que a un jugador profesional le saquen tarjeta roja por reclamar.
Es un jugador brillante, polifuncional y que además tiene hambre de lucha, sed de triunfos y un corazón que no le cabe en el pecho. La carrera del ex-cruzado es prometedora, pareciese no tener techo, para ello deberá controlar sus instintos y tener mente clara en los momentos de oscuridad.
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