Quiero inciar esta publicación pidiendo diculpas a aquellos que se han transformado en seguidores de este sitio y que lo leen de vez en cuando. Dejarles de manifiesto que estuve un poco desmotivado por algunos episodios vividos tanto en el fútbol como en mi vida universitaria.
Las últimas semanas han sido un revueltas para el fútbol chileno, no sólo por lo que ha sucedido, también por como se dio este traspaso de gabinete.
Hace algún tiempo, en este blog se elogió la gran administración llevada por Harold Mayne-Nicholls al frente de la ANFP, el cómo potenció el trabajo de la selección situando a Marcelo Bielsa como el eje central de su proyecto y logrando establecer a la Roja de Todos en el lugar donde, creemos, merecemos estar.
Como todo en nuestra vida el inconformismo siempre dice presente. La existencia de un sector disidente siempre está activo en cualquier organismo que posee distintos puntos de vistas o diferentes proyectos frente a un mismo ámbito, en este caso el fútbol. Y si el exito está presente todos quieren formar parte. Se vincularán diferentes sectores con la intención de sacar provecho, como en este caso los políticos. Con esto no quiero establecer que el Presidente Sebastían Piñera tenga directa vinculación con el cambio de mando, por qué no me consta. Pero si reprochar la actitud que han demostrado algunos senadores, ministros e integrantes de distintos partidos políticos, utilizando su estatus para opinar sobre un tema al que no se deben referir como políticos.
Lo ocurrido en las elecciones, del pasado jueves, es una tragedia nacional. Así lo ven muchos.
No sólo por que se dejó ir al dirigente más exitoso que ha tenido el fútbol chileno, si no por qué se nos va, junto a él, el seleccionador nacional que más aprobación y admiración ha tenido al mando de Chile. Marcelo Bielsa marcó un hito en nuestra historia y éste fue demostrarle a los jugadores chilenos que están en condiciones de luchar de igual a igual con cualquier equipo del mundo.
El proceso de la selección fue maravilloso y difícilmente igualable. Me explico. Cuando el rosarino asumió la selección veníamos de dos camapañas nefastas, sin siquiera estar cerca de lograr la clasificación al mundial, con un juego defensivo, roñoso y sin fundamentos. Hoy la selección tiene identidad, al menos hasta que este Loco lindo continue al mando de ella. Somos ofensivos, intensos, jugamos por las bandas y arriesgamos en defensa, sin tener ningún enfoque conservador o estar en búsqueda de un resultado que no sea el triunfo.
Existe un dicho que me parece importante recordar- Las personas pasan y las instituciones quedan- es cierto que esta gestión administrativa y técnica merecián un proceso más ya sea por su buen cometido a nivel económico como futbolístico.
Pero ahora nos tocó estar presente en otro escenario, en uno que conocemos a lo largo de nuestra historia, en el de los arreglines dirigenciales.
Tras estas elecciones nos hemos encontrado de golpe con nuestra realidad dirigencial, en donde el beneficio propio le gana por goleada al bien común y donde los equipos grandes vuelven a liderar el fútbol.
Es cierto que el presidente electo, en este caso es un hombre desligado de los tres grandes del fútbol chileno, pero tras él se encuentran todos aquellos empresarios que quieren sacar provecho de las bondades monetarias que dejó el CDF. Como leía a un amigo (Tomás Cuellar) en Facebook "No le vamos a pedir a un grupo de empresarios que no piensen como tal". Cuando se decidió inciar las Sociedades Anónimas Deportivas Profesionales (SADP) en Chile, estaba claro que los dineros iban a llegar por parte de los privados. Los empresarios se tomarían el poder e iniciarían su rumbo en busca de retribuciones monetarias, que hoy ven al alcance de sus manos.
El proyecto encabezado por el funcionario FIFA era bueno, pero tenía mucho romanticismo en sus bases, cosa que a un empresario no le entrará jamás en la cabeza, ya que lo que ellos buscan es que el balance que realizan para las memorias de final de año, tengan presente el máximo de excedentes.
El Consejo de Presidentes se farreó a un gran dirigente. Una persona que está vinculada y posee uno de los cargos más imporatentes de FIFA.
Algunos aluden que quizas le faltó manejo política para permanecer en la testera de la ANFP pero les quiero recordar que esto es fútbol, un juego, y que quienes la deben administrar no son empresarios si no dirigentes de fútbol.
A partir de enero, si nada extraño ocurré, guiará la ANFP una persona que jamás la escuché hablar de fútbol, lo único que le he escuchado relacionado al tema es la intención de imponer un Draft, comparándola con la situación que viven los equipos de Basketball en la NBA.
No sé cual es el perfil que tendrá en mente para el futuro seleccionador nacional. Lo que tengo claro es que la escala de medición y aprobación quedó muy alta y la selección no está para que la asuma cualquiera.
Nuestro fútbol se merece continuar con su curso de desarrollo que ha alcanzado estos últimos cuatro años y creo que con Segovia no vendrá una debacle. Es un empresario, rector de una universidad y de seguro cuidará el prestigio que lo llevo al sillón de la ANFP.
No me queda nada más que agradecer a Harold Mayne-Nicholls por transparentar y profesionalizar una de las instituciones más chacreadas de Chile y a Marcelo Bielsa por dejar los cimientos del nuevo fútbol chileno.